Las Madres creadoras de Vida además de regalarles el Universo, esculpiría estatuas de heroínas valientes protectoras de las generaciones que construirán con sus ilusiones y sueños castillos en la tierra, en el aire las civilizaciones del mañana, las esculturales hermosuras serían los satélites naturales en rotación, traslación de ideales, creando la sinergia estética de la vida, sus siluetas encantos de sensatez, su suavidad y firmeza sostén del mundo.
Su néctar maná del Árbol de la Vida siembran Valles del Edén les pintaría la belleza natural intrínseca de su esencia de mujer en los murales de las constelaciones estelares en los cielos del infinito de amor que de sus raíces brotan en aurora bóreal del magnetismo de su amor.
Tomaría sus lágrimas las destilaría en mares de la plenitud del cariño maternal, saciaría su sed con los ríos, lagunas de la transparencia de sus caricias, les tallaría sonrisas con las cosquillas de las plumas de las aves de sus retoños, nidos hilarantes de comprensión en la educación de valores en abrazos al amanecer antes de dormir relatando historias inéditas de las vivencias de sus hijos, siendo eternas las tejedoras de distintos matices en la diversidad de nuestras ansías de vivir.
Vestiría la desnudez del desamparo con sus manos al cocinar recetas de sustento, visten nuestras almas y cuerpos, nos hacen encontrar los horizontes con sus cantos angelicales los destinos haciendo de lo imposible posible tocando las estrellas suspirando sus añorados recuerdos.
A las Madres del Mundo, les obsequiaría el infinito de creaciones, nos hacen encontrar el camino de la Humanidad, la creación, amar sin discriminación, sin esperar nada a cambio.
Esta lección humana amar sin discriminación, sin esperar nada a cambio, madres LGBT podemos adoptar, procrear, crear con responsabilidad Familias, deberíamos ser aceptados como Seres Humanos.
Dedicado a las Madres ejemplares, en Especial a mi Madre Griselda Méndez que me acepta y ama tal como soy lesbiana, a Claudia Palacios la mujer de mis sueños Amor de Mis Vidas.
Patricia Rincón
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